¿Necesitas ayuda con las finanzas de tu empresa? ¡Recurre al outsourcing financiero!
El outsourcing financiero consiste en externalizar este departamento, y tener una dirección financiera externa, de forma que toda su gestión pasa a realizarla una compañía independiente. En otras palabras, se contrata a un consultor financiero que planifica y controla todos los aspectos relacionados con las finanzas de la empresa, trabajando mano a mano con el gerente de la misma para ayudarle a tomar las decisiones adecuadas en cada momento.
Es una práctica que se ha extendido notablemente en los últimos años, tanto en las pequeñas y medianas empresas que, por razones económicas, no pueden contar con personal fijo que se encargue de esta área, como en grandes empresas que buscan mejorar sus finanzas u olvidarse de tener que hacer cuentas.
Son muchos los motivos por los cuáles una compañía decide optar por un servicio de consultoría financiera:
Las funciones de la dirección financiera van desde el diagnóstico de la situación actual de la compañía hasta la confección de planes de negocios, financieros, estratégicos y de control presupuestario, pasando por las negociaciones con proveedores, entidades financieras y organismos públicos (como la Hacienda Pública y la Seguridad Social).
De igual modo, el director financiero externo se encarga de asesorar continuamente en las operaciones corporativas de la empresa, tales como venta de acciones, fusiones, adquisiciones o alianzas institucionales, de preparar informes económico-financieros periódicos para evaluar al negocio, supervisar el departamento administrativo-contable, sistematizar la información financiera y analizar la misma, diseñar las políticas financieras y de tesorería de la empresa, gestionar los riesgos financieros, como deuda, tipos de interés y divisas, y administrar del área fiscal de la organización.
El hecho de contar con una dirección financiera externa supone una alta reducción de los gastos y costes de operación en la empresa contratante, y permite que sus ejecutivos puedan dedicarse directamente al desarrollo del negocio, optimizando mejor su tiempo, algo que resulta vital en el caso de los autónomos.
Asimismo, con el outsourcing contable y financiero se obtiene una mejor planificación estratégica de las actividades empresariales, al contar con personal experimentado en el área que nos asesora en todo momento, y se optimizan las áreas funcionales gracias al acceso a proveedores con alta tecnología y nuevas técnicas que la compañía no posee.
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